viernes, 20 de noviembre de 2009

Relato, Sólo Un Sueño


Le veía en mis sueños, una y otra vez, cada noche aparecía en ellos y me miraba fijamente,cada amanecer se iba con las primeras rayos de sol.
En cada sueño aparecía allí,de pie mirándome sin ni siquiera parpadear, sus fríos e inertes ojos no dejaban ver ningún sentimiento.

Una noche nuestras miradas se cruzaron durante largo rato, al fin pude ver aquellos penetrantes ojos cristalinos,sus afiladas facciones y la pálida piel que las recubría,sus labios color sangre,con expresión grave, sus oscuras ropas serían del siglo XVIII.Sólo entonces me fijé en lo que portaba entre sus manos, una rosa, era negra como la más oscura de las noches y brillante como las estrellas que habitan en ella, parecía esperarme, parecía ofrecérmela… Pero había algo en él que me llamó la atención, un medallón pendía de su cuello con una larga cadena plateada hasta su pecho, ¿Qué símbolo era aquél que llevaba?...
En aquél momento se me ocurrió la idea de acercarme a él,en aquél instante sentía el miedo y el respeto que sentía por aquél oscuro ser,pero rápidamente se desvanecieron, una extraña fuerza que emanaba de él me atraía fuertemente y empecé a caminar.

A medida que avanzaba en su dirección para acercarme parecía alejarse,al cabo de un rato dejé de caminar y comencé a correr, y aún así seguía sin alcanzarle. Cuando me detuve a tomar aliento,un haz de luz cruzó la estancia donde nos encontrábamos y le alcanzó.Un aullido de dolor atravesó el recinto saliendo de él e hizo que mi cuerpo se estremeciera,la rosa que llevaba en sus manos cayó al suelo lentamente,pero para mi sorpresa al entrar en contacto con el suelo se rompió en mil pedazos.

Me desperté repentinamente bañada en sudor, aquella noche me costó conciliar el sueño, pero finalmente lo hice...

Desde aquella noche el hombre de mis sueños no volvió a aparecer en ellos. Esperaba cada día a que llegase la anhelada noche para poder verle,como si fuera mi amante habitual,pero él nunca llegaba.

Habían pasado semanas desde la última vez que me visitó en sueños, y una noche, desvelada y pensativa,salí a pasear por el parque,nadie quedaba ya en ese lugar a esas horas. Mientras caminaba pensaba en él,en como de un sueño nacieron mis sentimientos,mis fantasías,mis deseos… Por extraño que pareciera sólo conseguí sacar algo en claro,me había enamorado de algo desconocido,de algo inexistente…

Entonces caí en la cuenta de que me había perdido, mi mente había estado divagando largo rato y no había prestado atención a la dirección que tomaba,me hallaba en una zona totalmente desconocida para mí. Tras dar un par de vueltas comencé a asustarme,me daba la impresión de que cuanto más andaba,más pérdida estaba. Me senté en un banco de piedra que encontré cerca,nunca había visto uno parecido en aquél parque,no pasó mucho rato hasta que recordé que llevaba el móvil encima,lo saqué del bolsillo de mi chaqueta y comencé a marcar el número de mi casa,cuando de repente la batería empezó a fallar y se apagó,guardé de nuevo el móvil e intente buscar una solución.Al no tener ninguna más mejor,elegí andar siempre en una misma dirección, y tarde o temprano llegaría a algún sitio.

No llevaba mucho tiempo caminando cuando me paré en seco,atónita escudriñé entre la espesa maleza y allí,lejano lo ví.Ahogué una exclamación al verle de pie en la oscuridad,como en mis sueños,todavía llevaba la negra rosa entre sus manos,entonces supe lo que debía hacer.Me acerqué despacio,ya no se alejaba y a medida que me acercaba parecía mas impaciente,
seguía vanzando hacia aquél cautivador ser que interiormente me llamaba. Cuando estuve a pocos metros de él algo me frenó,algo en mi fuego interno me decía que me alejara de allí.Dudé un par de segundos sobre lo que debía hacer,pero al final decidí hacer caso omiso de lo que mi conciencia me dictaba y avancé.

Cuando por fin estuve cara a cara con él,pude ver al fin el símbolo que portaba en su medallón,conocía ese símbolo,lo había visto muchas veces… Una estrella de cinco puntas invertida…

Quise preguntarle quien era,pero el posó el dedo índice sobre sus labios, y me dió la rosa,la cogí entre mis manos con mucho cuidado,pero al hacerlo rocé sin querer sus dedos,estaban helados,tanto que me quedé sin aliento durante el tiempo que estuve en contacto con él.De pronto sentí como si con aquél leve rozamiento se hubiera apoderado de una parte de mí ser, entonces, sólo entonces sentí ardientes deseos de besarle,de ser suya en la infinidad de la noche,pero quería saber quien era.

Fue su silencio respuesta a mi muda pregunta,acto seguido me tomó en sus brazos y un frío intenso me congeló el corazón,nos fundimos en un largo beso,un beso que jamás olvidaré,un beso que me heló la sangre,que me hizo desvanecerme para ya no despertar más,para pasar una eternidad a su lado, en otro mundo…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

hermoso relato y hermosa forma de escribir. Aquel ser de tus sueños me trae recuerdos de pasajes similares en mis propios sueños... gracias por ayudarme a resucitar tan bellas memorias.

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